La obsolescencia programada de verdad existe

La obsolescencia programada de verdad existe

La obsolescencia programada de verdad existe

La obsolescencia programada ha sido un tema del que muchos sociólogos, economistas y diferentes personas de diversas profesiones han discutido en gran manera. Sin embargo, a pesar de ser un tema tan popular en todo el mundo, sigue habiendo personas que creen que es un mito y que en realidad es una fantasía que los filósofos actuales y diversos analistas se han pintado en sus mentes. Ahora bien, para saber en realidad si la obsolescencia programada de verdad existe, basta solo con analizar un par de cosas sencillas, las cuales vamos a describir a continuación.

Antes de ello, es importante aclarar que la obsolescencia programada hace referencia a la programación o planificación del deterioro o fecha tope de la vida útil de diversos artículos, especialmente los tecnológicos.

Las cosas de hace 40 años son de más calidad que las de ahora

No es necesario ser un alto filosofo o un experto en el eje sociocritico para darnos cuenta de esto, la parte complicada está en el por qué esto sucede, y la única explicación que puede resolvernos esta intriga es “obsolescencia programada”.

Es bastante latente el hecho de que hoy en día pareciera que las cosas las fabrican de forma intencional para que se dañen muy rápidamente, de manera que tengamos que ir a comprar un nuevo artículo que pueda suplir la avería del que teníamos.

Un pequeño análisis que prueba la realidad de la obsolescencia programada

Efectivamente, la única forma de que una empresa prospere y aumente su capital, es aumentando sus ventas. Ahora bien, en caso de que una empresa haga productos que duren para toda la vida, una vez que todos los compraran, jamás venderían más. Lo que quiere decir, que es necesario que estos productos se dañen o que tengan una vida útil estipulada de forma intencional para así poder vender más una vez estos se dañen.

Así pues, entre más rápido se dañen, más grandes serán sus ventas y mayores sus ingresos. Lo que nos deja pensando que la obsolescencia programada de verdad existe.


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